Publicado el 02 de Enero de 2013
Ana Hurtado
Obra: Sofocos
Tengo 53 y estoy encantada. Ni pretendo quitarme un solo mes en mi vida, ni creo que ser joven sea un valor en sí mismo.
Actriz especializada en teatro clásico –“Los locos de Valencia”, “Las Leandras”, “El perro del hortelano”, etc– y motor del proyecto “Sofocos”.
Dicen que usted plantó la semilla de “Sofocos”...
Sí, tenía ganas de hacer un espectáculo divertido en el que interviniéramos mujeres que estamos en la cincuentena y hablar de lo que nos rodea, como la menopausia. Le propuse la idea a un productor ¡y ahí estamos, llenando teatros! Ha sido magia potagia, estoy muy contenta.
¿Han aportado ideas las chicas del reparto?
Siempre surgen gestos, gags... tenemos unas actrices muy creativas. Paz Padilla ha aportado muchísimo. Es todo carcajada.
Más de 20 obras sobre las tablas. ¿Es el teatro su debilidad?
Es mi pasión y no concibo hacer otra cosa. Me lo da todo.
“Sofocos” cuenta con la colaboración de Agatha Ruiz de la Prada. ¿Cómo definiría sus modelos?
Alegres, optimistas, vitales. La escenografía también es suya y arropa mucho, va en la línea del espectáculo.
Se ha puesto hasta tres veces a las órdenes de Adolfo Marsillach, ¿cómo fue aquella experiencia?
Maravillosa. Yo era muy jóven, estuve entre los pioneros, los que empezamos con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ¡en el Pleistoceno! (risas). Fue una escuela a lo bestia, con gente tan importante como él.
Cantante, pianista, actriz, licenciada en Filosofía y Letras... ¡¿qué más ases guarda bajo la manga?!
Pertenezco a una generación en la que lo primero era sacarse una carrera ‘por si acaso’, pero a la vez iba al conservatorio de música. ¡El piano lo sigo tocando! pero en casa, con mi hijo, a cuatro manos. La música te arropa mucho en tu vida, te desarrolla el cerebro matemático y es un divertimento.
Háblenos de sus personajes.
Interpreto una oftalmóloga muy loca y muy aficionada a la cirugía plástica, una gordita torpe que va a clase de yoga por primera vez y le sale todo fatal, una Gioconda menopáusica también muy obsesionada con los síntomas del envejecimiento, un ama de casa que es esta mujer que quiere poder con todo, pero que no puede porque es imposible y también una ejecutiva muy sexy.
El mayor acierto de “Sofocos” es…
Plantear este tema como algo natural, que ni estamos enfermas, ni nos hemos vuelto locas, ni se ha acabado nada. Además, hacerlo desde la comedia. El sentido del humor es tan importante como el sentido común.
Lo mejor de tener 50 años debe de ser…
Sentir que la vida te ha enriquecido y fortalecido. Ser más tú misma. ¡Para mí es una liberación! Tengo 53 y estoy encantada. Ni pretendo quitarme un solo mes en mi vida, ni creo que ser joven sea un valor en sí mismo.