Revista teatros

 La señora Amelia, una severa profesora de canto, recibe en su casa a Ramón, un hombre joven que desea mejorar su técnica vocal para cantar en el memorial de su madre fallecida recientemente. A medida que la tarde avanza, los dos personajes van desgranando detalles de su pasado, profundamente marcado por un atentado terrorista de signo islamista que sufrió la ciudad el año anterior. Josep María Mestres dirige a este potente tándem interpretativo formado por una de las actrices más consagradas de nuestra cantera –Carmen Maura posee cuatro premios Goya por su trabajo en producciones tan emblemáticas como “Mujeres al borde de un ataque de nervios” o “La comunidad”– y la frescura de Félix Gómez –“Alejandro Magno”, “Ella es tu padre”–. Charlamos con los protagonistas de este homenaje al descubrimiento de las propias identidades, la aceptación de la pérdida y la fragilidad del amor. 

¿Qué historia nos presenta esta pieza de Guillem Clua?

CARMEN MAURA: Es el encuentro de dos personajes que no se conocen… ¡y no te digo más!

FÉLIX GÓMEZ: El punto de partida es Ramón, que asiste a una primera clase de canto con Amelia porque quiere preparar una nana –que es “La golondrina”– para el funeral de su madre. A partir de ahí, la conexión que tienen con esa nana, que significa algo para los dos, va desentrañando todo lo que esconde esa canción en ambas personas. ¡Y hasta aquí puedo leer!

Carmen, su trayectoria cinematográfica es apabullante, muy superior a la teatral. ¿Qué le ha atraído de este proyecto en concreto para embarcarse en él?

CARMEN: La verdad es que también tengo una historia teatral, lo que pasa es que nadie la conoce porque fue hace muchísimo tiempo. Estuve 10 años haciendo teatro y muchas cosas. Yo voy mucho sola al teatro y casi todos los años me ofrecen varias funciones, lo que pasa es que nunca me decido, porque hacer teatro te quita la posibilidad de hacer alguna película bonita que te apetezca. En este caso, me leí el guion, me gustó y me pareció que era una función que había que hacer, porque dice muchas cosas importantes.

¿Cuáles son los principales temas y sentimientos que “La Golondrina” pone sobre la mesa?

CARMEN: Está claro que “La golondrina” remueve mucho a la gente, ¡porque nos llora la mitad del público! (risas). Habla mucho de la comunicación, del amor, del problema de los homosexuales a la hora de comunicárselo a sus padres o madres, del entendimiento. Pero lo que más me atrae a mí a nivel personal es esa cosa de que, si te quieres, hay que decirlo, hay que comunicarse, hay que pensar que esto son cuatro días y que, el menos pensado, ya no tendrás tiempo de decirles a tus padres o a tus hijos que les quieres.

FÉLIX: Pone muchos pero, quizás, para mí el más bonito lo saca Ramón en el personaje de Carmen a raíz de una discusión muy fuerte que tenemos. Ella me pregunta qué es lo que yo creo que nos hace humanos y yo le digo que el amor, a lo que ella me responde: “No. Lo que nos hace verdaderamente humanos es la capacidad de sentir como propio el dolor de los demás”. Eso me parece precioso, porque habla de la empatía, de escuchar a la persona que tienes enfrente y la obra gira en torno a eso, tanto en madres con hijos, hijos con madres, parejas… Habla de la incomunicación, de cómo muchas veces perdemos momentos de la vida con las personas más queridas simplemente porque no hemos escuchado.

¿Cómo son sus personajes?

FÉLIX: Ramón es un animalito herido. Cuando empieza la obra, él sabe que está en un duelo absoluto, que todavía tiene todas las heridas abiertas de la pérdida de un ser querido y está ultrajado. Y, a pesar de ser un drama, al final sales con buen rollo de la función, porque sana la herida de los dos personajes, porque cierran lo que tienen que cerrar.

CARMEN: Amelia es una profesora de canto. Se dedica a la música y, de hecho, ella dice que le hace feliz. Lo que pasa es que está pasando un momento un poco duro, francamente. Está muy sola, aunque tiene algunos amigos, pero está muy muy sola. Ella tiene un carácter un poquito amargado cuando empieza la función…

¿Qué consejo necesario le darían ustedes mismos a sus roles escénicos?

FÉLIX: Calma, que tenga paciencia. Durante un tiempo, él está todavía en la absoluta pérdida, pero también es verdad que muchas veces merece una hostia (risas). Le diría que pare, que se calle, porque la pasión y la crispación que tiene dentro le puede todavía.

CARMEN: Que se olvide del mal rollo. En esas circunstancias tienes que pensar: ¿quiero vivir o no quiero vivir? Le aconsejaría que fuera al gimnasio, que saliera con gente, que se fuera de vacaciones a la playa y, sobre todo, que lograra digerir lo que le ha pasado.

Para ustedes, uno de los momentos más emocionantes de la función se produce cuando…

CARMEN: Cuando Amelia se entera de que la están mintiendo de pies a cabeza, que ese chico le está tomando el pelo. En ese momento empieza mi furia.

FÉLIX: El momento agresivo en el que Ramón le echa en cara, a modo de vomitona, de exabrupto, toda la miseria al personaje de Carmen.

¿Y esa frase inolvidable de su texto?

FÉLIX: “Las palabras son importantes, mamá. Si las palabras dejan de significar, no somos nada”.

CARMEN: “Hay una pizca de Dios en todas las cosas buenas que sentimos”. Y también me encanta cuando le digo a Ramón: “Vosotros los jóvenes queréis cambiar el mundo y lo conseguís, porque es vuestra obligación, pero es vuestro mundo el que tenéis que cambiar, no el mío. A mí dejadme en paz”.

Aparte de este proyecto, ¿podemos verles actual o próximamente en algún otro (ya sea de cine, TV o teatro)?

CARMEN: Tengo dos películas por estrenar, una francesa que se llama “Mi familia y el lobo” y otra brasileña titulada “Veneza”. Espero con ansia que ambas se estrenen también en España.

FÉLIX: Justo acabo de terminar de rodar hace un par de semanas la nueva serie de Bambú para Netflix “Altamar”. Imagino que para primavera estaremos en el aire.

Félix: En este preciso momento de su carrera, si pudiera elegir un proyecto 100% a pedir de boca y a su medida, ¿por dónde irían los tiros?

FÉLIX: ¡Pues mira! Justo estoy intentando vender una comedia romántica para cine que he escrito y parece que puede ver la luz en breves. Me gustaría que pudiéramos empezar a rodarla, porque es un tema que siempre he querido hacer.

Al margen de lo artístico y profesional, ¿qué cosas les hacen felices a Carmen Maura y Félix Gómez en su tiempo libre?

CARMEN: No hacer nada (risas), jugar con mi perra, ver películas, ir al cine y al teatro… ¡ah, bueno! Y el campo. Ahora mismo, lo que me resulta más duro de estar haciendo teatro es no estar en contacto con el campo, porque para mí el verde es completamente necesario. Y tengo plantitas en la terraza, pero no es lo mismo (risas).

FÉLIX: Además de estar con mi familia, que para mí es muy importante, tengo un vicio con el deporte, con el crossfit. Le dedico varias horas al día, ¡me he vuelto un loco, un viciado! (risas). Y los árboles, me flipan. Yo voy por el parque o el bosque y tengo que estar evitando coger semillas todo el tiempo, porque tengo la terraza de mi casa llena de pequeños arbolitos.