Publicado el 01 de Junio de 2018
Entrevista a Gon Ramos por La familia no
Obra: La familia no
“Yogur | Piano” fue un antes y un después. Me supuso poder mirar a los ojos a gente a la que admiraba como Miguel del Arco o Alfredo Sanzol
Admirador de Seymour Hoffman, Castelucci, Rambert, Messiez o Tolcachir, no ha llegado a la treintena y Gon Ramos ya tiene un hueco en la cartelera madrileña. Y no sólo en el circuito off. Su personalísima voz se ha colado esta temporada en el Centro Dramático Nacional, que ha repuesto su aplaudidísimo “Yogur | Piano” y en El Pavón T. Kamikaze, donde estrenó y repuso “Un cuerpo en algún lugar”. Actor, dramaturgo y director, uno de los creadores más innovadores de nuestra escena, llega ahora al Fernán Gómez, acompañado de los actores Jacinto Bobo, Fabia Castro, Emilio Gómez y Eva Llorach, con este texto que ha estrenado con éxito en el Festival Surge Madrid.
Acaba de estrenar su última obra en Cuarta Pared dentro de Surge Madrid y en junio llega al Teatro Fernán Gómez. Han sido tres días de descubrimientos continuos...
Teníamos referencia externa acerca de la obra de dos personas solamente antes del estreno y de golpe, más de cuatrocientas. Ha sido una avalancha de impresiones, en general, muy positivas y que nos han hecho tomar mucha perspectiva del montaje. Tenemos más ganas que nunca de continuar.
Háblenos de “La familia no”...
Es un texto focalizado en las relaciones fa-miliares, desde el prisma de los niños, contado por adultos. Pone frente a nosotros situaciones que todos hemos vivido cuando aún no habíamos alcanzado la adolescencia, este acontecer de los sucesos, a veces desde una crueldad infantil, otras veces desde el amor incondicional.
¿Cómo son sus personajes?
Son cuatro hermanos, dos pequeños y dos mayores, que por momentos asumen la voz del niño, por momentos la voz del adulto para reflexionar sobre la espera a los padres, en su sentido más amplio. Los personajes han sido ‘construidos’ a partir de los propios actores, sin ir a otra referencia externa.
¿Qué tiene su voz que ha logrado hacerse este hueco en la cartelera madrileña en poco más de dos años?
Esa pregunta no me toca responderla a mí, ya que mi mirada es extremadamente acotada frente a este asunto. Quizá el escribir y dirigir mis obras hasta el momento traigan a escena sensaciones que tienen que ver con un ‘proceso’ más personal y no con la idea de un ‘resultado’, ya que al único que le tengo que tener/faltar al respeto es a mí mismo.
¿El tópico de suponer un antes y un después fue cierto con “Yogur | Piano”?
Fue literalmente un antes y un después. Un bautismo artístico en mi ciudad de nacimiento. Me supuso, entre otras cosas, poder mirar a los ojos a gente a la que admiraba profundamente, como Miguel de Arco o Alfredo Sanzol, e incluso trabajar con alguno de ellos. Fue también el voto de confianza que empezó a estar sobre la mesa a la hora de presentar proyectos y trabajar de manera más continuada en el mundo artístico.
Con Miguel del Arco y Kamikaze estrenó “Un cuerpo en algún lugar”.
Miguel me dio un cheque en blanco. Sin más vueltas. Confió en mí desde la primera conversación y eso supuso un chute de fuer-za. Estrenar en Kamikaze fue como un cumpleaños. Esa mezcla de nervios y felicidad.
¿Qué le atrapa a la hora de escribir?
Más que las grandes historias, los grandes personajes o los grandes conflictos, me atrapan situaciones que dentro de sí, en segundos, son capaces de hacerme imaginar a velocidad vertiginosa. Me guío mucho por la intuición, por lo primero que me viene al cuerpo. Confío en el material inmediato que se me revela, le doy espacio a las imperfecciones, porque son lo más auténtico que existe. También las imágenes disparan mi percepción de la realidad a la hora de escribir y suelen estar plasmadas en mis textos.
Actor, director, dramaturgo…
El mismo año que empecé a estudiar interpretación dirigí mi primera obra. Necesitaba poner fuera de mí los procesos que vivía, vivirlo en otros cuerpos para que el aprendizaje fuera exponencial. Además la pulsión creativa estaba activada mucho más profundamente. Estudiando en Buenos Aires, a la hora de trabajar como actor me sentía muy limitado por mi acento y se encendió la necesidad de “hacer lo mío” y empecé a dar mis primeros pasos en escritura y dirección.
¿Y en qué más anda ahora?
Este junio estrenamos junto a Carlos Tu-ñón en Clásicos en Alcalá, “Ensamble: hijos de Grecia”. También con él el año que viene estrenaremos en los Teatros del Canal una adaptación mía del “Rey Lear”. Ya en febrero del 2019 se podrá ver una nueva obra de autoría y dirección propias en El Pavón Teatro Kamikaze, “Suaves”. Continúo mis estudios de filosofía e impartiendo clases. Completo y feliz de tener la vida atravesada por todo esto.