Revista teatros

Dos grandes instituciones europeas y dos colosales mujeres de teatro de los pies a la cabeza. La Compañía Nacional de Teatro Clásico y Théâtre National de Bordeaux en Aquitaine. Helena Pimenta y Catherine Marnas, a las que se acaba de imponer la Condecoración Nacional francesa de Caballero de las Artes y las Letras. Tanto monta, monta tanto en este espectáculo a cuatro manos concebido como un banquete en el que los actores –Lola Baldrich, Pablo Béjar, Jimmy Castro, Gonzalo de Castro, Aleix Melé y Manuela Velasco– hablan en torno a una mesa recordando que la civilización se teje de fábulas, leyendas, ficciones y relatos.  Por R. P.  

Si no me equivoco, Helena Pimenta y Catherine Marnas se conocieron en Brasil durante un taller sobre el teatro contemporáneo europeo. ¿Cómo surgió o de dónde nació la idea de esta colaboración entre las instituciones que ambas dirigen?  

Cuando en 2012 visitamos el teatro Nacional de Burdeos con La vida es sueño se inició un estrecha colaboración entre los dos teatros. Hace un año aproximadamente concretamos la posibilidad de reescribir para la escena esta obra que Cathérine Marnas había dirigido en varios países pero con nuestros clásicos y ponerla en escena juntas.

La CNTC cerró la temporada en junio de 2016 con “Lorenzaccio” dirigida por Marnas y también se vio en el TNBA “La vida es sueño” dirigida por Pimenta. ¿Ha sido fácil poner en pie estas iniciativas, este intercambio, o ha habido muchos obstáculos que salvar?

No suele ser fácil generar encuentros entre culturas y lenguas diferentes pero para ambas es fundamental  en la vida de un teatro Nacional y hemos por salvar las dificultades naturales.

Ahora vuelven a colaborar, esta vez más estrechamente, como anfitrionas de este banquete. ¿Qué esperan de este proyecto conjunto y cómo está siendo esta experiencia a cuatro manos? ¿El entendimiento entre ambas es absoluto?

Es un gesto de apertura, de olvido de los egos correspondientes y de ganas de unir fuerzas. El entendimiento siempre ha sido bueno, nos respetamos y admiramos los trabajos respectivos pero, naturalmente, es un desafío ponerte en juego en un terreno común. Y, lo estamos consiguiendo. Ajustes, algún desacuerdo y miles de acuerdos. Un lujo y un enorme aprendizaje para mí.

Vamos a hablar del montaje: ¿Qué es “El banquete”, cómo definirían esta obra?

 Un viaje por la imaginación como la capacidad del ser humano que le ha permitido sobrevivir.  Se presenta el tema, como en el banquete de Platón y vamos pasando de la realidad a la ficción, a ficciones que nos constituyen y construyen, Palabras, historias, musicales, baile, canciones. Los actores y el público muy cerca,  El público respirando y percibiendo el mundo teatral desde dentro. 

¿Quiénes son los invitados a este banquete y cómo se desarrolla este encuentro, de qué se habla, qué vamos a ver?

Primero, el público y luego, algunos de los personajes que habitan en nuestro imaginario teatro; Pedro Crespo, Hamlet, Celestina, Lady Macbeth, D. Alonso, Julieta, Segismundo, Basilio, Diana, y algunos más. También se acercan tímidamente Lorca y Valle Inclán.

¿Por qué no debemos perdernos este montaje?

No creo que se haya visto nada parecido nunca. Brindar, tomar algo y compartir un viaje por nuestros sueños y ficciones. Es un manifiesto sobre el humanismo. La capacidad de construirnos un mundo vivo y sano, muy alejado del nihilismo. Una experiencia de amistad y compañerismo.