Publicado el 02 de Enero de 2013
Si Beatriz viviese hoy, la clase política de este país se echaría a temblar
Es un ser humano que brilla con luz propia y al que ni los hechos más terribles logran apagar. Es sensible pero fuerte, delicada, pero con una enorme determinación y lo más impresionante es su sentido de la justicia.
Beatriz sufrió y padeció toda clase de injusticias y vejaciones. No se arredró y buscó justicia desesperadamente, tocó todas las puertas posibles y no encontró respuesta. Era una mujer en el siglo XVI, una mujer sin medios, enfrentándose a su padre, un poderoso y rico aristócrata. Una mujer desafiando al poder establecido, a la iglesia, a la sociedad. ¿Es lícito matar al tirano?
Lucrecia vive por la salvación de Beatriz y Beatriz encuentra en ella la mano cómplice, un poquito de calor y una suerte de profecía de lo que puede ser su futuro.
Con la fuerza y determinación que demostró Beatriz haría mucho más que eso. Si viviese hoy, aquí y ahora, la clase política de este país se echaría a temblar.
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