Revista teatros

Conociendo su abrumadora calidad y siendo uno de los máximos exponentes de la marca España a ojos de todo el mundo, no es de extrañar que el nuevo espectáculo de la Compañía Nacional de Danza haya vendido todas las entradas varias semanas antes de su estreno. Por ello, no nos hemos podido –ni querido– resistir al placer de charlar con su director, el siempre sonriente Joaquín De Luz, para conocer de lleno este nuevo programa de triple disparo que aterriza en los Teatros del Canal con la aplaudida “Heatscape” de Justin Peck y dos premieres para la compañía: “Le jeune homme et la mort” de Roland Petit y “Cantata” de Mauro Bigonzetti.  Por ANA VILLA  Foto: SERGIO DE LUZ

¿Cómo presenta esta nueva cita de la CND con los amantes de la danza y qué criterio ha seguido para juntar estas tres coreografías en un mismo programa?

La presentamos con la misma o más ilusión que cualquier otra. Para la danza de nuestro país es una suerte que la CND presente programas y esté en escena para nuestro público. ¡Las entradas de esta (mini) temporada del Canal estaban agotadas a más de mes y medio de estrenar...! En la pasada temporada madrileña de diciembre de 2023 pasó lo mismo: las diez funciones colgaron el cartel de agotado. Con toda seguridad, de haber estado un mes, hubiéramos llenado… Es una lástima que tengamos tan pocas funciones.

Comenzando por la primera de las tres piezas elegidas, “Heatscape” de Justin Peck: ¿Cuál es la trayectoria de este título y qué le hace atractivo?

La CND presentó este título el pasado mes de julio en Granada. Su estreno original tuvo lugar en Miami –por el Miami City Ballet– y, para mí, esta pieza representa el mejor exponente de musicalidad y calidad de este coreógrafo, quien fue mi colega en las filas del New York City Ballet.

¿Qué tiene de especial este creador?

Justin posee un sentido del fraseado tremendo. Tiene un lenguaje propio que parte del lenguaje académico para después desdibujar las formas. Desde su creación, “Heatscape” ha sido una gran joya no muy representada. Y con toda humildad, dicho por la maestra que la repuso, “la CND lo baila incluso mejor que el elenco original”.

¿Qué nos puede contar de la segunda pieza de este tríptico, “Le jeune homme et la mort” de Roland Petit?

¡“Le Jeune...” no necesita presentación! Es una pieza icónica del repertorio de las más grandes compañías y ha contado con intérpretes de la talla de Rudolf Nuréyev, Mijaíl Nikoláyevich, Jean Babilée (original) y Nicolas Le Riche, entre otros muchos. La parte de la muerte (la mujer) también ha sido interpretada por étoiles icónicas como nuestra Lucía Lacarra.

¿Hay alguna curiosidad referente al origen de este título?

Como anécdota, podría contaros que Roland empezó a crear la coreografía con música de jazz muy rítmica. El día del ensayo general declaró su descontento con esta música y decidió probar la “Passacaglia y fuga en do menor” de Bach, con la coincidencia divina de que encajó a la perfección no solo en duración, sino también en dramaturgia. Es una joya y un gran reto para los intérpretes, ya que ofrece una gran teatralidad.

“Cantata” de Mauro Bigonzetti pone el broche de a esta velada tan especial...

Me enamoré del trabajo de Mauro hace muchos años. Las obras en las que he estado involucrado como intérprete –“Cantata” no cuenta entre ellas– han sido muy enriquecedoras. Mauro posee un lenguaje muy potente y sincero, casi siempre con mucho contenido humano. “Cantata” es una verdadera experiencia inclusiva para el público. Estoy convencido que la CND la va a defender muy bien.

Antes de despedirnos, ¿qué balance hace del momento actual que vive la CND?

Estamos viviendo un momento de gloria. El nivel ha subido muchísimo y esto es debido al repertorio que hemos estado haciendo. También al trabajo de mi equipo y a la voluntad de trabajar y mejorar de mis bailarines. No es nada fácil que esto se consiga y menos en tan poco tiempo. En realidad, hemos estado operativos tres años y medio si descontamos la pandemia, ¡nos tenemos que sentir muy orgullosos! Acabamos de regresar de una gira por Estados Unidos de cinco semanas de duración visitando los mejores teatros. Además de grandes críticas, hemos llenado en cada una de las seis ciudades con todo el público en pie, ¡parecía que hacían la ola, pues era unánime!

Sin embargo, siempre hay detalles que se podrían limar...

Nosotros lo tenemos muy difícil, nos cuesta muchísimo girar. El sistema que nos rige es muy complejo y requiere cambios, así como dotar de mucho más apoyo y ofrecer más visibilidad a nuestra danza en general. Lo que se necesita lo sabemos todos, lo llevamos repitiendo mucho tiempo. Pero, por ahora me quedo con lo positivo y es que tenemos una gran compañía de la que se habla en el mundo entero.

¿Cuáles son sus próximos desafíos al frente de la CND?

Hay un proyecto que me hace especial ilusión, lo anunciaremos en breve. Está en mi proyecto artístico y será el mejor regalo para la danza poder llevarlo a cabo.