Revista teatros

 Actriz de teatro, cine y televisión, directora, productora y docente. Blanca Oteyza se atreve con todo, y en este caso dirige una obra que mete el dedo en la llaga de uno de los problemas sociales más importantes del momento, el sistema educativo. Clara Galán, Álvaro Sotos, Cayetana Oteyza y Marcos Orengo darán vida a los dos ‘bandos’ del problema. Padres versus profesores en una comedia que es como la vida misma.

El colegio, los deberes, las extraescolares… son parte del día a día de millones de familias. ¿Cómo surge hablar de esta rutina en una obra de teatro?

Esta obra fue la ganadora del Premio Agustín González en el 2009 y, cuando cayó en mis manos, me interesó muchísimo. Es una comedia que toca uno de los problemas más fundamentales, como es el de la educación y me encantó cómo las autoras la habían planteado, tanto del lado de los padres como del de los profesores.

¿Los problemas de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad son culpa del consumismo extremo en el que estamos sumidos?

Yo creo que sí, se debe sobre todo a esta carrera por ser los mejores, por que nuestros hijos sean los que más extraescolares hacen o los mejores deportistas. Esto se refleja por ejemplo en algunos casos cuando los padres van a ver a sus hijos en algunos partidos de fútbol. Es la cultura de ser el mejor por que sí, ser el primero porque sí, en definitiva, la cultura de la competitividad.

¿Hay muchos padres como Juan Carlos y Candela? ¿Cree que el público se verá reflejado en el papel de este matrimonio?

Por supuesto, lo que más se repite en los comentarios del público es que la obra es como la vida misma. A mí me interesaba mucho contar esta historia desde unos actores que están más cerca de Robertito, no por edad, pero sí por la situación. Fue un riesgo muy grande porque yo no los quise caracterizar. Quise hacer que la edad de los actores no molestase y todos se puedieran sentir identificados.

¿Qué conclusión se podría extraer de los personajes?

Que lo estamos haciendo muy mal con respecto a nuestros hijos. Creo que tenemos que reflexionar y tenemos que cambiar. Hay que ver qué estamos haciendo en realidad con los chicos y qué sociedad estamos formando con esta educación.

Dicen que hoy en día se es demasiado permisivo con los hijos. ¿Es para compensar el nivel de estrés al que se les somete desde pequeños?

Yo creo que los hijos necesitan mucho tiempo y de calidad, una cosa no está peleada con la otra. Nuestra poca inversión no económica en ellos nos acaba estallando en contra.

¿Son los profesores parte del problema o son una víctima del sistema educativo?

Son una súper víctima de este sistema. Están atados de pies y manos. Si no se les da libertad para enseñar y para educar a los alumnos en su trabajo, esto se convierte en una frustración muy grande.

Tres razones por las que el público no puede perderse “Tiza”:

Te hará reír, te hará pensar y porque es una función que pone un granito de arena para que las cosas cambien.

¿Qué próximos proyectos tiene entre manos?

Sigo de gira con la función de “Se Vende” como actriz, junto con Enriqueta Carballeira, Esperanza Elipe y Helena Lanza, que el año que viene entraremos en Madrid. También estoy preparando el próximo proyecto para la compañía Oteyza para el 2020 y, además, la escuela de teatro de Villafranca está yendo súper bien.