Revista teatros

¿Qué caracteriza esta nueva versión del clásico y cuál es su punto fuerte?

La principal diferencia es que está en clave musical. Se hizo una adaptación muy basada en la estructura y aspectos de Shakespeare, pero adornada para que fuera más actual, con giros y gags. La música ayuda a crear ese mundo onírico e increíble del autor, haciéndola más divertida y dinámica. Además, la escenografía no es un bosque encantado tradicional, está diseñada por Tadeo Jones con material ecológico.

¿Quiénes y cómo son sus personajes en la función?

Mi personaje es Titania, la reina de las hadas. Un personaje muy encantador, sensual, seductor, caprichoso y muy divertido de hacer. Está en una pelea terrible con el rey de los duendes –Oberón– y son los dos muy orgullosos. Ellos son los que sostienen el encanto del bosque, menos cuando está todo mal entre ellos. Están peleados porque robaron un paje de la corte. También hay un componente sexual que está muy presente.

Carla Calabrese es una pieza clave de este proyecto. ¿Qué destacarían de ella?

La conocí haciendo “Shrek” en Argentina, donde hacía el papel de Fiona. Carla es una directora y productora con mucha visión, tiene muy claro lo que quiere. Es muy precisa y concisa a la hora de transmitir, también desde lo estético y visual, desde la impronta actoral. Hace que toda la obra alcance una sinergia y cordura que distingue su trabajo. Es muy generosa, abierta y una buena capitana de barco.

Para ustedes, uno de los grandes momentazos de la función se produce cuando…

¡Me cuesta quedarme con uno! Porque hay momentos muy impactantes en esas tres historias que se cruzan: la de los enamorados, los comediantes y en la potencia de Oberón y Titania. Cada uno de esos universos tiene colores distintivos que hacen que la obra se sostenga en todo el tiempo que dura.