Revista teatros

 ¡Comienza marzo, el mes de la mujer! Y qué mejor manera de celebrarlo que riendo y aprendiendo con “Miss Sex”, el nuevo y divertidísimo espectáculo de la actriz, escritora, directora y humorista Pilar Ordóñez, la misma que ha arrasado durante 8 temporadas con “Miss Tupper Sex” conquistando las carcajadas de más de 1.000.000 de espectadores. Ataviada por el vestuario de Ágatha Ruiz de la Prada, charlamos con Pilar de esta nueva oportunidad para liberar, de una vez por todas, la gran montaña de tabúes relacionados con la sexualidad femenina y masculina. Por ANA VILLA Foto: SERGIO MORENO

¡Hay éxitos que no cesan! Es el caso de “Miss Tupper Sex”, que ya ha alcanzado su octava temporada de risas y aplausos y se corona con su continuación escénica: “Miss Sex”.¿Cuáles son sus ingredientes?

Lo primero: el sexo, ¡es universal! Lo segundo, que la gente es más abierta de mente a medida que han pasado los años, ahora somos capaces de practicar sexo con gente de diferente tipo, con juguetes, etc. Y que falta información, porque ni en los colegios la dan, lo máximo que te enseñan es a colocar un preservativo en un plátano, por lo que nadie sabe nada de sexo. La gente aprende por el método de prueba y error. Creo que la inteligencia de este monólogo es mezclar la divulgación con el humor. Mientras estoy contando cosas científicas sobre el sexo –como dónde están las glándulas de Bartolino o el punto G–, meto un montón de chistes, ¡la gente no sabe si reír o tomar apuntes!

¿Qué novedades ha implementado?

La primera novedad es que ahora doy la cara. En el cartel de antes me escondía detrás de una piruleta, como en la portada del libro, que representaba todo el tabú a la hora de hablar de sexo abiertamente. Pero ahora he dicho ¡qué coño, voy a asomar la jeta! (risas). Yo lo digo todo a cara descubierta y, además, boca abajo, que es mucho más loco. He querido normalizar de manera llana y clara para hablar sobre sexo, de esas cosas que siempre nos han gustado pero que hemos hablado como por debajo. Además, hay sketches nuevos, desde todo el tema del succionador de clítoris hasta los clubes liberales, hay muchos temas y chistes nuevos. Y la banda sonora original, que es súper chula y cañera, del músico Gluemind.

“Miss Sex” consigue liberar grandes tabúes relacionados con la sexualidad.¿Algún ejemplo?

Muchas cosas que se pueden hacer, que tú decides si las quieres hacer o no pero que existen, como el fisting, ¡que hay gente que ni siquiera lo había oído en su vida…! Y todo el tema de la apertura de mente. Yo nada más salir hago un prólogo –al que llamo prolegómeno– donde hablo de toda la diversidad sexual que hay, también de género. Hablo del LGTBIQ+ y normalizo todo desde el minuto cero, porque da igual que seas queer, trans, género fluido, etc, porque el sexo es diverso y divertido para practicarlo entre personas que les apetece, que pueden amarse o no, pero están de acuerdo. Lo importante es que sea consentido y deseado.

Como profesional de la materia, ¿qué elementos no pueden faltar en el sexo para que resulte realmente placentero?

Hay que utilizar los cinco sentidos. Esto es básico, sobre todo para los chavales, que van con tanta prisa que solamente utilizan el tacto. Pero es que el gusto es increíble, el olfato. Preparar un ambiente, crear un decorado bonito, la música, poner cosas que despierten el deseo. ¡El sexo no es una coreografía gimnástica! Sobre todo cuando ya llevas un cierto tiempo con tu pareja, porque los primeros meses son de pasión, de aquí te pillo aquí te mato y no necesitas nada más, pero la gente piensa que eso debe seguir igual con el tiempo y, si no sigue, es que ya no quieres a esa persona igual. Y no es cierto, lo que pasa es que las necesidades del deseo son otras. ¡Ah! Y lubricante, ¡mucho lubricante!

Sus funciones cuentan con una incesante participación del público. ¿Recuerda alguna anécdota curiosa vivida en pleno directo del show?

Una chica cumplía 50 años y sus amigas le habían preparado la sorpresa de venir a verme. Me dieron toda la información –su edad, nombre, si tenía novio, etc–. Yo, nada más salir a escena, dije: “¿Os creéis que habéis venido a un espectáculo de sexo? ¡Pues no! Esto es un show de mentalismo. Voy a utilizar mi mente para adivinar cosas. Por ejemplo, aquí hay una chica que se llama Mónica, tal, tal...”. ¡¡Alucinaron!! (risas).

Este caramelo escénico que partió de un libro va a dar un nuevo salto, en este caso a la gran pantalla. ¿Cómo va a enfocar esta nueva aventura?

Ya tengo el guion hecho, he metido a todos los personajes de los que hablo. Y, aunque ya voy por la segunda versión y habrá 70 más, sé que hay algo importante como es el género de la película, que es ‘coming of age’, lo cual significa que el protagonista hace un crecimiento intelectual e incluso físico, le cambia la mentalidad y la forma de vivir por cosas que pasan en la película. En este caso, yo meto todo un contenido de género y enseño a las mujeres a empoderarse. Aquí la prota es una mujer de mediana edad –porque nunca es tarde para aprender de sexo– que entra en todo este descubrimiento de los juguetes, de los clubes liberales, etc. Ella tiene un despertar y termina empoderándose como mujer a través de la sexualidad, porque no necesita un tío para nada. Aparte, tenemos una historia de amor entre Paquita y Manolo, un matrimonio de toda la vida que protagoniza la película.

¿En qué otros proyectos podemos encontrarla?

Ya está en Prime Video “Desmadre incluido”, una comedia que protagonizo junto a muchos de los que trabajamos en “La que se avecina”. Y mi primera película como directora titulada “Piezas”, que es un dramón que no veas, acaba de ser seleccionada en el Festival Internacional de Cine de Moscú. Cuando termine su recorrido por festivales, podremos estrenarla en todos los cines de España.