Publicado el 30 de Abril de 2013
Andrés Lima. Viento (es la dicha de amor)
Obra: Viento (es la dicha de amor)
Mi reto es seguir haciendo teatro en esta sociaedad que tanta aversión tiene a la cultura
Con más de dos décadas de vida profesional, este actor y director ha logrado tomar las riendas de una carrera que ya tiene sello personal. Su última genialidad se llama “Viento...” y llega dispuesta a inundar de poesía, belleza y pasión las tablas de la Zarzuela.
¿Qué historia vamos a descubrir?
La de ninfas y faunos que se persiguen mutuamente. “Viento” es una metáfora del deseo y la acción se sitúa en Arcadia, un lugar maravilloso trasformado en un balneario suizo del siglo XXI. Si tú te sitúas en frente de un cuadro de Tiziano o Botticelli de ninfas preferidas por faunos, descubres la trama. Pero ésta esconde una reflexión muy interesante sobre el deseo y el amor y ahí es donde yo he pedido meter mano con la filosofía de Epicuro. El deseo es algo incontenible en el ser humano y esa búsqueda del placer sin dolor es lo que desarrolla la función.
Voces líricas, danza... ¿Ha conseguido un reparto artístico capaz de dar la talla con todo esto?
En el libreto musical hay tres parejas de hombre y mujer, sin embargo, está escrito para 6 sopranos. Yo he cogido a 6 cantantes de primerísimo orden que cantan, 6 actores que actúan y un grupo de bailarines para las coreografías. Los actores saben cantar, bailar, recitar poemas... Alberto San Juan es un actor prodigioso que dice poemas como nadie y va a tener el peso de la poesía en la función.
Hábleme de sus otros proyectos.
En abril estrené “¡Ay, Carmela!” y dentro de poco voy a hacer una cosa mucho más personal con veintitantas personas en escenas donde mezclaré el circo, la danza y la actuación.
Es el director de la prestigiosa compañía Animalario. ¿Qué supone esto en su vida?
Creé Animalario después de otras 7 u 8 compañías antes, pero marcó una manera de hacer porque nos juntamos un grupo de amigos que seguimos siendolo después de 15 años –Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Nathalie Poza, Ernesto Alterio...–. Para mí supuso la libertad dentro del mundo del teatro. Es lo que me ha dado el empujón para poder trabajar donde quiero y como quiero.
¿Un reto profesional pendiente?
Seguir haciendo teatro en esta sociedad que tiene tanta aversión a la cultura.
Ha actuado en algunos de los títulos más taquilleros del cine español. ¿Alguno que recuerde con especial cariño?
“Días de fultbol” y “Los lunes al sol” por cómo lo pasé en ellas, pero también las películas que he hecho con Vicente Aranda, sobre todo por los ratos que disfruté charlando con él vestido de época.
Está claro que no para. ¿Le queda tiempo para el ocio y el placer?
¡Ojalá! (risas). Ahora mismo estoy un poco falto de eso. Me gustaría irme una semanita a algún sitio, pero aún no puedo.